Desde que el hombre aparece sobre la faz de la tierra, una de sus grandes necesidades ha sido el de la comunicación con sus semejantes, con quienes le rodean en principio y luego con los que están distantes, todo se inicia con la comunicación oral, cuando a los sonidos guturales les empieza a dar significado y significante, (Ferdinand Saussure), todo lo hace de manera arbitraria, pero así es como nacen el nombre de las cosas, de las acciones y de todos los seres que hay sobre la faz de la tierra. En la comunicación oral, la lengua es de uso colectivo, de tipo social, pero el habla es personal, por eso a veces es necesario decirle a la persona más próxima, habla para que te conozca, porque el habla desnuda a las personas, por este medio sabemos su nivel cultural, demuestran su honestidad, sinceridad o hipocresía, sus buenas o malas intenciones, su deseo o ambición de poder, o como se dice, su mala entraña, el habla, generalmente se acompaña con la expresión facial, el entorno de los ojos, la forma de abrir la boca, y para acabarla de fregar a todo le ponen énfasis con el movimiento de manos, brazos y pataletas. ¡verdaderos merolicos! Dios nos ha dado, de gratis, dos cosas para amar, las manos y las palabras; las manos para acariciar no para golpear y las palabras para convencer y no para vencer e insultar, esto se debe enseñar en las escuelas y en el hogar con buenos ejemplos, pero, los que se desgarran las vestiduras por seguir viviendo a nuestras costillas, de hacer buen uso de las palabras, ¡ni por equivocación! Pero, sin generalizar, la riqueza en la expresión se logra por medio del recurso de la lectura, y los buenos modales en la comunicación se logra con el ejercicio de una ética que, sin haber ido a la escuela, se practica por naturaleza, como es el ejercicio del respeto a las personas y a toda la naturaleza. Los que mayor pobreza, que digo pobreza, miseria, demuestran, son los políticos, son falsos, repetitivos, aburridos, no despiertan interés, y lo que dicen unos, ya lo han dicho otros, que por lo mismo en los oyentes ya no hay impacto y no despiertan el interés de nadie. El habla que se aprende por necesidad, en algunas personas sólo tienen en su vocabulario lo necesario para la comunicación diaria, pero hay una clase social de piel color oscuro, que quitaron de los libros, que a los escolapios se les entregan en las escuelas las lecturas, porque ignoran que la mejor forma de aumentar el léxico, que evita decir no barbarismos sino salvajismos, es la lectura, que por no leer ya hubo presidente (priista) que en Guadalajara le gritaron ¡burro!, otro, (panista) degradó a la gramática, ciencia que nos enseña a hablar y escribir correctamente, y por eso mal usamos el género masculino y femenino, en la expresión oral y escrita, y el actual que nunca ha corregido su expresión costeña, comiéndose vocales y consonantes, posiblemente con la idea de que algún día va a regresar al lugar de donde no hubiera salido. Así, por ejemplo, los discursos de “la elegida” doña Claudia, son aburridos, no levantan ni a un muerto, dice, lo que otros dicen y olvida que el que dice lo que otros dicen es porque no tiene nada que decir, y ella, repite de manera textual el discurso presidencial. Lo que nos manda un mensaje de que, de ganar, nos soplaremos seis años más de abrazos y no balazos, porque ese es el compromiso, “no mover ni una coma” así es la obediencia. Por otro lado, los puristas de la lengua, desconocen la lingüística, otra ciencia que nos enseña el manejo de la lengua, ya no encuentran adjetivos o epítetos, no para calificar sino para descalificar a la Ingeniera Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, y por su coloquial forma de hablar la llaman de todo, pero ¿alguien recuerda la frase, qué miedo me dan los pendejos” si, porque de ellos generalmente no se espera nada, y dan sonoras sorpresas, de otra manera no llegarían a ser gobernadores; las cosas como son, pero a algunos les lastiman sus tímpanos cuando de manera directa dice, Xóchitl, “síganle, yo tengo güevos” y no miente, veamos, las señoras que saben, van a la pollería y piden de la gallina “el cacaxtle” que es la parte de la gallina donde produce los huevos, así el caldo sale gordo y nutriente, cualquiera persona que haya ido a la secundaria en su materia de biología le enseñaron que la mujer en su aparato genital, tiene ovarios, palabra que viene del latín que quiere decir, huevos, y que de manera periódica en los ovarios produce un óvulo o cigoto, que también son huevos, porque sólo para ilustrar a los espantados, los que presumen de huevos es de lo que carecen porque los masculinos tienen testículos, palabra que quiere decir testigo o testimonio, ¡lástima! Pero los que han vivido en el error, acepten la realidad. Bien por doña Xóchitl y acláreles que la Constitución dice que cualquier mexicano puede ser presidente y no dice que necesite Título de nada. Y que alguien aclare la diferencia entre un Trabajo Académico (Informe) y una Tesis. HASTA LA PRÓXIMA.
El Tintero
Por Alberto Miranda.