Es un hecho que, en una gran cantidad de reuniones de amigos, familiares, colegas, el tema ambiental sale, relacionados con el clima, la disponibilidad de agua, la calidad del aire, y otros temas. La cuestión es innegable que para la solución de éstos, siempre van hacia terceros, es decir, “que el gobierno tirano y dictatorial haga…” los que son “4teístas” dicen, que los neoliberales, “ferchos” y reaccionarios hicieron… y por eso estamos como estamos.
El tema es que CASI nadie, si en mayúsculas, para no generalizar, NO dicen “es que yo hice algo por mejorar las condiciones del ambiente”, se evade la responsabilidad de lo que hemos o no hecho y los consecuentes impactos al medio ambiente.
Esto es algo automático, no nos han ensañado a responsabilizarnos y mucho menos a estar atentos y tomar acciones concretas para modificar acciones y hábitos, que de alguna manera lleven a la mejora de las condiciones medioambientales, también he escrito acerca de los niveles de responsabilidad para lograr este cambio, primero inicio yo, veo si al barrer las hojas del jardín las quemo o las composteo, no, es algo automático que, como se ha hecho siempre, pues lo sigo haciendo.
Ya lo dijo el último presidente neoliberal (y espero que sí lo sea jaja) que “la tranza es algo cultural en México” y aquí me quiero detener en esta frase, cuando se habla de tranza en términos ambientales es evadir, darle la vuelta a lo que sabes que tienes o debes hacer en cuanto al agua, el aire, la tierra, el consumo se refiere. ¡No te hagas! ¡Tú bien sabes que hay que utilizar el agua de manera racional! Y demás acciones que para que gasto espacio en esta ocasión, tal vez las retome después en otra entrega, lo que quiero dejar claro es que nada va a cambiar a menos que tú lo hagas.
Hace muchos años había un comercial estadounidense que hablaba del “Poder de uno” un amigo querido, me dijo una ocasión “Alberto si quieres que tu mundo cambie, tienes que hacerlo tú primero y con eso estarás cambiando tres cuartas partes de él” Y si, cuando me pongo a despotricar contra el vecino, las empresas y el gobierno, estoy dándole vuelta a ver qué es lo que he estado dejando de hacer o estoy haciendo que contribuye a esta situación ambiental (o de cualquier índole)
Hacer no quiere decir poner paneles fotovoltáicos o un sanitario seco en casa, para el primero todavía no es costeable a nivel domiciliario, el segundo si vives en un departamento, como me dijo mi querido César Añorve promotor de estas tecnologías de saneamiento ecológico: “te sale muy caro poner uno de estos (sanitario seco) en un departamento o casa de interés social, mejor pon ahorradores de agua o consume menos agua en la taza, poniendo un dispensador de doble flux (de esos que tiene palanquita para orinar y otro para lo sólido”
Entonces qué hacer, ¡pues lo básico!, las pequeñas acciones tienen grandes impactos, por mencionar algunos ejemplos; poner ahorradores de agua en la regadera, ¿Qué no? Pues hacer una inspección en la casa y arreglar todas las goteras que pudieran haber, eso de entrada es algo que te ocupa y vas más allá de preocuparte, recuerdo que hace más de 30 años estaba haciendo antesala en la presidencia municipal de Jiutepec y en la mesa que está llena de revistas me llamó la atención una que en ese momento editaba el Movimiento Ecologista de México, la tomo, la abro y lo primero que leo es “si te dices ecologista (antes así nos decía, ahora ambientalistas) y no has empezado a separar la basura… ¡apúrate!”
¿Qué es lo que no te deja actuar en lo simple? ¡La flojera de salir de la zona de confort! De hacer cosas nuevas, en vez de andar cargando una botella de agua para recargarla, eso implica “trabajo”, “es más fácil” comprar muchas “botellitas” de plástico desechable. Al fin que cuando te la terminas la tiras, el caso es ya no verla, no se consideran los impactos de esta acción, como dice mi padre: “lo poco suma”
Otra es trabaja en tu jardín, cultivando plantas aromáticas u hortalizas, ¿no tienes espacio? En macetas puede ser, hay algunas plantas comestibles que cuando florean son una verdadera belleza como la cebolla. Nunca es demasiado tarde para comenzar, te invito amable lector(a, e) a que revises tus acciones cotidianas con respecto al medio ambiente, al agua, al aire, lo que consumes y ojalá (que viene del árabe oh Alá, “Dios quiera”) te animes a hacer algo, lo que sea que te ponga en una relación más amigable. ¡Nos leemos la próxima! y ¡Todo lo mejor!
Verde Consciencia: Cultivando un futuro Sustentable
Alberto Raúl Miranda Manzanilla