Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto.
-Henry Ford –
Hace unas semanas, tuve la oportunidad de dar una charla para estudiantes universitarios que participarían en un evento deportivo. En mi discurso, abordé el poder de la acción y la inacción. Nosotros mismos somos capaces de moldear nuestro poder en relación con nuestras acciones, así como de influir en el poder de los demás. Por ejemplo, como instructor de natación, observo cuidadosamente las capacidades físicas de mis alumnos para comprender cómo puedo influir en su aprendizaje.
Como instructor, tengo la certeza de poseer los conocimientos, habilidades y experiencia necesarios para impartir clases, lo cual representa mi capacidad de acción. Es crucial conocer nuestras propias capacidades para saber hasta dónde podemos llegar y qué necesitamos mejorar para lograr nuestros objetivos.
Además, dentro del concepto de poder, se encuentran otros aspectos a considerar:
MI FUENTE DE PODER:¿Cuál es tu motivación para realizar lo que haces? Este aspecto está relacionado con la inspiración, la motivación y las características personales. ¿Quién te inspira para lograr tus metas? ¿Quiénes te brindan apoyo y ánimo en tu vida? ¿Qué habilidades físicas y mentales necesitas desarrollar para alcanzar tus objetivos?
CÓMO POTENCIAR ESE PODER: Podemos fortalecer nuestro poder mediante el lenguaje, nuestros pensamientos y nuestras acciones. Reflexionar sobre nuestras circunstancias, asumirlas y comprometernos nos permite utilizar nuestros recursos de manera efectiva y buscar los recursos adicionales que necesitamos para alcanzar nuestras metas.
Amado de la Rosa.
Psicoterapia y Coaching.
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