El próximo 15 de abril arrancan las campañas electorales para elegir 33 presidentes municipales y 12 diputadas o diputados locales de mayoría relativa en Morelos. Campañas de menor rango en comparación con la que se realiza por la Presidencia de la República o por cargos legislativos federales; sin embargo, son trascendentes en la perspectiva de afrontar la problemática de nuestra entidad y sus municipios.
Por ejemplo, en todo Morelos se padece escasez de agua, en las ciudades y en las tierras de uso agrícola; la población aún no se recupera en lo económico y social tras el paso de la pandemia; en los municipios hacen falta planes de desarrollo para el fomento de las actividades económicas, lo que redundaría en la producción de manufacturas y alimentos, del comercio, la prestación de servicios, entre otras actividades propicias para la inversión y la creación de empleos fijos y temporales.
Una presidencia municipal es el núcleo básico de organización política y administrativa en el país. Bajo su responsabilidad existen funciones y servicios públicos como dotar de agua potable a la población, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales; seguridad pública; alumbrado público; limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos; mercados y centrales de abasto; panteones; rastro; apertura, mantenimiento y equipamiento de calles, parques y jardines, entre otras.
En términos de la Constitución Política del Estado de Morelos, el Congreso se integra con representantes de los partidos políticos nacionales y locales registrados. Sus integrantes asumen el compromiso de procurar un orden público justo y eficaz mediante la expedición de leyes, decretos y acuerdos, conciliando los legítimos intereses de la sociedad.
El peso legal, político y social del Poder Legislativo estatal, estriba en su actuación que como asamblea debe legislar en bien de la mayoría de la población; mientras que los presidentes municipales tienen el compromiso de ejecutar acciones de gobierno que vayan en la dirección de satisfacer las demandas de bienestar social.
Actualmente los recursos económicos de los ayuntamientos se ven limitados por gastos de operación excesivos, laudos laborales, deudas con proveedores y otros más, lo recomendable para la reactivación económica en los municipios es llevar adelante proyectos de desarrollo regional que satisfagan necesidades de la población mediante la construcción de obras de infraestructura.
Las obras de infraestructura dinamizan la economía de las regiones donde se ejecutan, se incrementa la venta de materiales e insumos para la construcción, permiten crear ocupaciones laborales y empleos fijos, temporales y definitivos, además de satisfacer necesidades de la población para su beneficio como abrir puentes, calles, construir mercados, estancias para menores y adultos mayores, equipar y dar mantenimiento a bienes municipales, etcétera.
La situación económica en los ayuntamientos y el crecimiento de la población con sus demandas de bienestar, requiere que los próximos diputados locales y alcaldes de Morelos tengan una visión de desarrollo regional con manejo transparente de los recursos, optar por la creación de obra de infraestructura en fomento de la economía y procurar el mayor número de población beneficiaria con los recursos que se tienen.