Cuando lo que debiera ser una verdadera fiesta democrática, al paso de los días la contienda electoral se ha convertido en un verdadero muladar, en la que cada uno de los contendientes avienta al aire materia fecal, (caca) y que le caiga en la cara a quien sea. Con eso de que la “democracia” es igualitaria, no hay un sálvese sino un límpiese. Hemos tenido, más de cinco años, en que el director de la orquesta morenista, en un plan lleno de resentimiento y deseos de venganza, se ha encargado de manera por demás perversa de dividir al pueblo mexicano. Y esta diferencia de opiniones ha llegado al seno de las familias donde los hijos, las madres y los esposos, quieren hacer valer sus “razones” y terminan en pleitos que dejan de ser familiares porque afectan a todos los miembros de una comunidad, de toda la sociedad. Los candidatos, de manera general, se han preocupado por encontrar en sus opositores defectos, historias truculentas, vicios y no sólo en ellos y ellas, sino en sus familiares cercanos y lejanos, que como resultado de este estudio “sociológico” todos los que andan en la danza, son ladrones, corruptos, cómplices de narcotraficantes, y los que no lo son, tienen amigos que lo son y por tanto se hacen sospechosos de ser, luego, con estas biografías, el electorado no sabe pa’donde jalar. Búsquenle, no hay propuestas, hay insultos, y como alguien dice, “el camarada presidente” sigue haciendo de las suyas, es un violador nato de la ley, él debiera ser ejemplo de pulcritud y de respeto, pero no señor, “genio y figura, hasta que deje la presidencia”, lo malo es que si gana Claudia, la favorita del presidente, López Obrador, como los fantasmas de la ópera, va a seguir entre candilejas, porque, la mujer que dice es un monumento a la honestidad, “no sabe bailar” y así como la fueron a recoger después del triste espectáculo, ella va a necesitar que “alguien” siga pensando y decidiendo sobre cómo se van a poner los muros que van a sostener el segundo piso de la 4T que seguramente va a estar apuntalado con la sangre de miles y miles de mexicanos, asesinados por los que siguen en regazo del presidente recibiendo los abrazos y las recomendaciones de que se porten bien. El Señor presidente ya se debiera haber dado cuenta de que las mujeres que ha impuesto en los sitios de poder, siguen demostrando su diez por ciento de eficiencia y su noventa de incapacidad, aun cuando desde palacio se diga que son mujeres honestas, trabajadoras, pero nunca se dice que tengan capacidad, lo tienen es docilidad, obedientes y si alguna duda hubiera, échenle una mirada al Estado de México, a Guerrero, Campeche, en grado de tentativa a Veracruz y las señoras Secretarias cantan mal las rancheras que bueno, ahora no se cuenta ni con la defensa de los Derechos Humanos que es la viva imagen de la ineptitud. Cada día, por la mañana, se recibe la información sobre el número de muertos, en Morelos, de manera especial, Cuernavaca, La Ciudad de la eterna Primavera, es ahora, una de las ciudades más inseguras del país, ¿Quiénes o quién es el culpable? La respuesta parece sencilla, pero eso que ahora se vive y sufre, es consecuencia de nuestras malas decisiones, ¿ir a votar por un señor analfabeto? Que lo que piensa lo hace con las patas y que no aprendimos con los tres del municipio sino premiamos su audacia con seis años de gubernatura y ahora ¿al Congreso?, pero Cuernavaca, no es asunto exclusivo del gobernador, es del Presidente Municipal, que nunca supo y ni quiere saber ¿quiénes le movieron el puente y lo dejaron en ridículo con todo y familia? Pero eso sí, quiere otros tres años, que vaya a la avenida Universidad y pregunte a los vecinos si lo quieren para que repita, ellos dicen que sólo con bicarbonato, porque la “obra” es una porquería y si ¡Dios quiere y llueve! Ni lo comentamos, porque las grietas ya están a la orden de quien las desee tapar, si eso le agregan las “obras de Sapac” pues ya se completó el cuadro. Los candidatos, hombres y mujeres, son personas que tienen ambiciones muy personales de llegar al poder para servirse con la cuchara grande, que quieren aprovecharse de la necesidad de la población para ellos obtener y justificar una riqueza explicable, pero, con lo que hay, los votantes tenemos poca tela de donde cortar y vamos a ir a las urnas a escoger el menos malo o malitas. Pero no caer en la abulia, en la indiferencia, en la apatía, pues no es el mejor el que más promete, hasta amor, y aprovechar el viaje para acabar con los caciques como los Alonso de Yautepec, que no tienen llenadero y van por más. Dice Max Weber, “todos somos políticos, la diferencia es que unos viven de la política” esos son los peligros, pero son un mal necesario, cuidemos de no repetir las malas experiencias, porque recordemos que cada pueblo tiene el gobierno que merece. HASTA LA PRÓXIMA.
El Tintero
Por Alberto Miranda