OPINIÓN DE ESPECIALISTAS

Ser la persona que soy, me enseñó mi mamá

Jesús Sedano Hernández

Madre, hoy te recuerdo más que todos los demás meses del año. Mayo mes especial para nosotros, celebrar la fecha del día de las madres, el día que nací y llegué a tus brazos y, por supuesto, el día del maestro.

Mi maestra Conchita, desde qué recuerdo empezaste a enseñarme a descubrir la vida, a través de juegos, lecturas, viajes. Recuerdo mis primeras letras. Después, vinieron las experiencias escolares, aprendí de ti a leer, escribir, sumar. Los tres primeros años de primaria fuiste madre y maestra. ¡Años de vida!

Tantos relatos puedo escribir de ti, con los tantos periodos de un caminar imborrable, soy tu pupilo. Las letras presentes gracias a tu acompañamiento, el observar, el poder escribirlas en hojas blancas para después leerlas juntos. Mi madre lectora, mis primeros escritos qué fueron publicados pasaron primero por tus manos, tus ojos; escucharte leerlos ya en algunas páginas de revista, periódico. La complicidad entre ambos, estamos más cerca que tantas madres e hijo. Hoy celebro, el haber caminado del brazo, tantas maneras de decirnos te amo.

Madre te busco y, encuentro tu presencia en el viento, el mar, el cielo de luna llena, tus orquídeas, por medio de un sueño. Extraño tus besos, abrazos, mensajes, tu voz. Comencé a recolectar toda tu herencia que me has dejado a partir de tu muerte.

Busco ordenar las palabras en el abecedario que me enseñaste, busco en el recetario nuevos momentos que me hagan llegar hasta ese día que volvamos a estar, juntos en familia. Por eso escribo esta carta, desde aquella triste separación.

Te llevo en la sangre, estás en lo que soy y en lo que quiero ser. Y este es mi regalo