OPINIÓN DE ESPECIALISTAS

Apoya mayoría morelense política de bienestar; Pierde Morena zona metropolitana de Cuernavaca

Miguel Melo González

Con los recientes resultados electorales en Morelos, se confirma, una vez más, que la mayoría de la población mantiene afinidad con el obradorismo, la prueba es el triunfo de la candidata a la gubernatura y el rotundo aval a las y los candidatos a legisladores federales. Esto último se entiende porque el electorado morelense leyó la necesidad del Plan C para avanzar en las reformas que el obradorismo no logró en el presente sexenio.

Sin embargo, no todas las candidaturas a alcaldías tuvieron el mismo respaldo, al menos en la zona metropolitana de Cuernavaca. Ni uno solo de las y los candidatos de la coalición encabezada por Morena ganó la elección en Cuernavaca, Jiutepec, Temixco, Emiliano Zapata, Xochitepec, Tepoztlán y Huitzilac.

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, realizado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), en​ la zona metropolitana de Cuernavaca se registraron ese año 976 mil 890 habitantes, poco menos de la mitad de la población total del estado.

En ese año en Cuernavaca se reportó la existencia de 378 mil 476 habitantes; en Jiutepec, 215 mil 357; en Temixco, 122 mil 263; en Emiliano Zapata, 107 mil 753; en Xochitepec, 73 mil 539; en Tepoztlán, 54 mil 987; en Huitzilac, 24 mil 515. Niñas, niños, jóvenes, mujeres y hombres que habitan, trabajan o estudian en la capital de la entidad y sus alrededores.

La coalición ganadora logró sus principales objetivos, la gubernatura y los escaños en el Congreso de la Unión, queda para su consideración por qué perdieron municipios clave como todos los que integran la zona metropolitana de la capital del estado, de los cuales Cuernavaca es aún un objetivo inalcanzable.

El vertiginoso crecimiento de Morena como partido se entiende por la adhesión de numerosos movimientos sociales que por todo el país desde hace varias décadas, el poder político y económico dominante negó el respeto a sus derechos y el acceso al desarrollo. La burocracia del PRD claudicó entregándose a ese poder privatizador, corrupto y saqueador de los bienes de la nación, por lo que movimientos de trabajadores, de diversos sectores sociales, estudiantiles, electorales, reivindicatorios de demandas como de justicia, igualdad y democracia han engrosado las filas de Morena.

A contrapelo de los objetivos de los movimientos sociales, a Morena ha arribado una legión de convenencieros electorales que lo único que buscan es acomodarse en cargos y candidaturas. Cada vez más ocupan lugares en la burocracia de ese partido, desplazando a militantes que provienen de los movimientos sociales. Eso sucedió previo al reciente proceso electoral.

Ante esto, la militancia morenista recela la perredización de su partido, además que la población en general observa la presunta contaminación de la organización guinda. Con el resonante respaldo nacional otorgado a Morena y aliados, tras la jornada electoral del pasado 2 de junio, este partido asume el inalienable compromiso de avanzar en el Estado de bienestar, la democratización del país, la defensa de la soberanía y los recursos de la nación, la disminución de la desigualdad, así como combatir la corrupción y la impunidad.