El rancho Izaguirre en Jalisco, es una de las expresiones más crueles de maldad y de miseria humana que hemos presenciado en México, consideró el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el Obispo Ramón Castro Castro.
Durante su homilía dominical, el también Obispo de la Diócesis de Cuernavaca, señalo que lo ocurrido en Teuchitlán, donde el Cártel Jalisco Nueva Generación operó un centro de adiestramiento conocido popularmente como “El Kinder”, pone en evidencia un México que nos debe de dar vergüenza.
Recuperó el comunicado emitido por la Conferencia del Episcopado Mexicano, en la que los obispos del país, denuncian con enorme preocupación la existencia de estos lugares que muestran hay una omisión irresponsable de las autoridades gubernamentales en los tres niveles de gobierno” y manifiestan su extrañamiento porque mientras se presumen que bajan los homicidios dolosos, se crece el número de desapariciones.
Exhortan a las autoridades a investigar estos hechos con eficacia, dejar de evadir la responsabilidad e intentar ocultar esta realidad y les urge a romper las posibles alianzas con el crimen organizado; además de reconocer la enorme labor de las madres buscadoras, impulsadas por el dolor, la tenacidad y su valentía: “Son ellos, los que han permitido descubrir este infierno. Comprometámonos todos que nunca más”.

