- Principales operadores: CJNG, Cártel Sinaloa y sus derivados
Un informe de la Secretaria de Gobernación ubica a Morelos en el lugar número diez a nivel nacional entre los estados en los que las organizaciones criminales reclutan a jóvenes.
Las principales organizaciones del crimen que se encargan de sumar a sus filas a los jóvenes morelenses son el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cartel de Sinaloa, que ya han echado raices en la entidad y que siguen operando y azotando particularmente en la región oriente.
De acuerdo con el informe de la Secretaría de Gobernación, los cárteles seleccionan a los jóvenes para integrarlos a sus filas considerando su entorno, de tal manera que siete de cada diez de los que suman a sus filas son personas que provienen de familias desintegradas y en las que existen problemas de violencia y sufrieron abusos, incluyendo los sexuales
El informe ahonda en torno a que algunos son reclutados con violencia, otros por propia voluntad o con engaños de empleo, como en el caso Jalisco, mediante amenazas contra sus familias. No obstante, no se refiere si en la entidad hay campos de adiestramiento o si son llevados a otros estados para capacitarlos como criminales.
El primer lugar en reclutamiento de jóvenes para incorporarse a las organizaciones criminales lo tiene Baja California, y le siguen Colima, Chihuahua, la Ciudad de México, el Edomex, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, y en el décimo lugar Morelos.
Es oportuno señalar que en Morelos operan 16 organizaciones criminales, entre ellas los ya citados Cartel de Jalisco y el de Sinaloa, lo mismo que aquellos derivados de sus divisiones, como son Los Caballeros Templarios y el grupo de los Beltrán Leyva.
Aunque hay reportes de las propias autoridades judiciales que se encargan de los casos de los jóvenes infractores en el sentido de que va en aumento la suma de adolescentes para vender droga, lo mismo que son armados para enfrentar a sus rivales en la disputa por el territorio, no se conoce de una estrategia concreta en la entidad para evitar que sean enganchados por organizaciones criminales, y mucho menos para definir si existen campos de adiestramiento para deshumanizarlos a fin de que puedan cumplir su encomienda de matar o morir en la guerra entre grupos criminales por la plaza llamada Morelos.