Tepoztlán y el Dilema del Turismo: ¿Al Servicio del Visitante o del Pueblo? La designación de Pueblo Mágico para localidades como Tepoztlán ha abierto un debate crucial: ¿deben los pueblos estar al servicio del turismo, incluso cuando esto conlleva desafíos significativos? Cada fin de semana, Tepoztlán recibe a masas de turistas, lo que, si bien impulsa la economía, también genera una serie de problemáticas que impactan directamente en la calidad de vida de sus habitantes y en la preservación del entorno.
El diálogo público se ha centrado en las tensiones generadas por esta afluencia. Mientras que turistas han denunciado abusos policiales, también es importante señalar las faltas cometidas por los propios visitantes. En Tepoztlán, se han vuelto virales videos de turistas causando desmanes en las calles, como una mujer alcoholizada bailando sobre una patrulla, y fotografías que muestran las toneladas de basura que genera el turismo.
El problema del consumo excesivo de alcohol y sus consecuencias no es nuevo en Tepoztlán. La venta de alcohol ha sido una constante por años, y de hecho, en 2009, el municipio perdió su título de Pueblo Mágico en parte debido a la cantidad de alcohol que se comercializaba. Esto demuestra que la presencia de personas alcoholizadas no es un fenómeno reciente, sino una problemática recurrente que se acentúa con la llegada masiva de turistas.
El Ayuntamiento municipal ha puesto de relieve una imperante necesidad: la de forjar un equilibrio delicado y sostenible entre el auge del desarrollo turístico y la salvaguarda inquebrantable del invaluable patrimonio cultural y natural que Tepoztlán atesora. Este llamado no solo busca proteger la esencia que atrae a miles de visitantes, sino también garantizar el bienestar y la calidad de vida de la comunidad local, asegurando que el progreso no menoscabe sus raíces ni su entorno. La administración subraya que el desafío reside en construir un futuro donde la prosperidad económica del turismo coexista armónicamente con la preservación identitaria del Pueblo Mágico y la tranquilidad de sus habitantes.
Tepoztlán y el dilema del turismo: ¿Al servicio del visitante o del pueblo?
