Con un balance robusto y como parte de su compromiso con la revolución ética y la transformación profunda que México y Morelos demanda para recuperar la confianza, sanar heridas y devolvernos el sentido de comunidad; la diputada federal Meggie Salgado presento su primer informe de labores y gestión legislativa.
Para la diputada federal, la política es una responsabilidad histórica y el legislar, es mucho más que redactar leyes; es traducir las necesidades más sentidas de la gente en políticas públicas que genuinamente cambian vidas.
En su intervención destacó que en México y en Morelos, “estamos viviendo un tiempo histórico”, en donde la Presidenta Claudia Sheinbaum – tiene un liderazgo que no solo inspira, sino que transforma—y la gobernadora Margarita González Saravia –con valentía ha enfrentado la violencia, ha convocado al sector empresarial para impulsar el desarrollo económico y sembrar esperanza en los distintos rincones del estado–, las mujeres ahora desafían los estereotipos y transforman la vida pública de México, no desde la imposición sino desde la escucha, la empatía y desde la integración de una visión distinta.
“También es un tiempo de grandes retos que nunca antes habíamos enfrentado como país, por eso todo mi apoyo y reconocimiento a Nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum, quien con firmeza, dignidad y temple está defendido la soberanía nacional; no sólo ha enfrentado presiones internacionales, sino que ha trazado líneas de acción estratégicas para mejorar la vida de millones de mexicanas y mexicanos”, señalo.
Convocados la tarde de este martes en el Centro Cultural Teopanzolco, ciudadanos, activistas, representantes de la sociedad civil y actores políticos, escucharon de la diputada federal Meggie Salgado el recuento de su participación legislativa en las Comisiones de Cambio Climático y Sostenibilidad, Seguridad Ciudadana, y Turismo su actividad en los Grupos de Amistad con Japón, Reino de Dinamarca, la República Francesa y la República de Kenia.
Además de la aprobación de numerosas leyes y reformas constitucionales en torno al salario digno, vivienda, bienestar social, igualdad de género y derechos indígenas y la gestión social y comunitaria a través de foros y capacitaciones, sello personalísimo de su labor parlamentaria.
“No podemos seguir resignándonos a ser un estado relegado, viendo las oportunidades pasar, debemos exigir y exigirnos, trazarnos bien la ruta para lo que queremos construir. No podemos seguir normalizando la violencia, la indiferencia; debemos reconstruir el tejido social desde la justicia, desde la ternura, desde el amor y el respeto; eso sólo será posible si asumimos que el cambio empieza en cada una de nosotras, de nosotros”, convocó la parlamentaria.
Dijo que sus causas son y serán, las mujeres, las niñas y los niños, las juventudes y nuestros árboles “que no son mudos testigos de nuestra indiferencia sino expresión viva de nuestra esencia y nuestra identidad esperando que despertemos y tengamos la responsabilidad, el respeto y la visión de cuidarles como parte indispensable de la vida, de nuestra propia vida”.
“Hoy ratifico mi palabra con ustedes porque no he llegado hasta aquí para ser indiferente o cómplice de lo que tanto nos duele y de lo que tanto nos ha dañado como sociedad; tener este espacio en este momento histórico es para mí la oportunidad para alzar la voz, para hacer una diferencia, para dar esperanza a las nuevas generaciones de que se puede trabajar en la política con honestidad, con sensibilidad y de que estoy aquí para dar resultados, seguiré luchando, seguiré soñando, seguiré construyendo”, aseveró.

