OPINIÓN DE ESPECIALISTAS

Cuando lo ordinario se vuelve extraordinario

A veces creemos que para darle sentido a nuestra vida tenemos que hacer cosas grandes, dejar huella, lograr metas impresionantes o transformar el mundo. Sin embargo, la mayoría de las veces, el verdadero sentido se encuentra en lo cotidiano, en esos pequeños actos que parecen insignificantes pero que, sin darnos cuenta, sostienen nuestra humanidad.

Una palabra amable, una visita inesperada, una oración silenciosa, un gesto de cuidado o simplemente escuchar a alguien con atención. En apariencia, nada extraordinario. Pero en el fondo, todo eso es lo que mantiene el hilo invisible que nos conecta con los demás y con nosotros mismos.

Cada persona, a su manera, busca dotar de sentido su existencia. Algunos lo hacen ayudando, otros acompañando, otros simplemente estando presentes. No se trata de cuánto hagamos, sino del espíritu con el que lo hacemos. Lo ordinario se vuelve extraordinario cuando lo hacemos con presencia, con intención, con amor.

Tal vez el secreto no esté en buscar grandes respuestas, sino en mirar de nuevo lo que damos por sentado.

Porque lo verdaderamente trascendente ocurre, casi siempre, en lo más simple.

Amado de la Rosa.

Terapeuta Especialista en Inteligencia Emocional

Para consultas contáctame al 7775673378

Sígueme en redes sociales: @amadodlarosa