Con un inusitado operativo, desplegando fuerzas especiales, guardia nacional, efectivos militares, la Marina, Policía Estatal de Morelos, Policía de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, así como de la Fiscalía Federal; cómo si el operativo fuera para detener a algún Capo o jefe de algún Cártel de los varios que existen en nuestro país; así lograron detener al Fiscal General del Estado de Morelos. Definitivamente que al Fiscal se le ha acusado y con justa razón, que fue designado para cuidar la estela de delitos en los que incurrió el ex Gobernador Graco Ramírez, a quien podrán acusar de cualquier cosa o delito, menos de tonto, pues su trayectoria y paso en el gobierno federal, en el Congreso de la unión, en todos los cargos que ha tenido, ha obtenido una gran experiencia en labor política, activismo político y hasta represión política y policiaca, por lo que no le fue difícil preparar su protección post gobierno.
Y se notó todo ello. De las acusaciones y carpetas que logró encausar el gobierno de Cuauhtémoc Blanco, solo procedieron algunas y con avances en pequeña proporción. Si funcionó la estructura judicial del ex gobernador. De las funciones del Fiscal, se ha visto muy deficiente, en la que no han podido en la fiscalía activar los expedientes por delitos cometidos por la delincuencia organizada, en las ejecuciones realizadas, creándose un ambiente de impunidad a más no poder. El gobierno de Cuauhtémoc ha realizado varios intentos para que desde el ejecutivo pudieran cesar al Fiscal, sin resultado positivo alguno.
En el caso Ariadna Feranda, quien aparentemente fue asesinada en la CDMX y traída al Estado de Morelos, específicamente a la carretera La Pera-Cuautla en dónde abandonaron el cuerpo, le competía a la FG del Estado de Morelos realizar las investigaciones y emitir un dictamen, por el que se aseguraba que había fallecido por congestión alcohólica, lo cual levantó un mar de dudas en todas las áreas. Eso fue una gran oportunidad para Claudia Sheinbaum que en ese tiempo era la jefa de gobiernos de la CDMX, lo cual le permitió arremeter en contra del Fiscal pero también era la oportunidad que esperaba Cuauhtémoc. En ese tiempo no llego a mayores más que en declaraciones y desencuentros entre los servidores Carmona – Sheinbaum. Pero era la base que se necesitaba para quitar de en medio al Fiscal.
Se realizaron intentos de obtener órdenes de aprehensión en su contra, pero sin resultado alguno. La misma SCJN determinó en una resolución que el titular de la fiscalía contaba con fuero en las acciones de su trabajo.
Con todo el respaldo que tiene el gobernador Cuauhtémoc Blanco por parte del presidente AMLO, todo estaba organizado para realizar la tan ansiada detención. La Fiscalía General de la CDMX fue quien giró la orden de aprehensión y la ejecutaron en el operativo mencionado al inicio de este trabajo.
Pero durante el proceso en el plazo que determina la Ley, para ser presentado ante el juez, un Juez federal otorgó el amparo, pero no fue aceptado por el juez. Por lo que Uriel Carmona fue vinculado a proceso y recluido en prisión preventiva, a esperar la audiencia en el plazo que otorga la Ley para realizar todas las investigaciones.
Sin embargo, el trasfondo de este caso no es la justicia. Si así fuera los casos de Miles de delitos realizados por el crimen organizado ya hubieran Sido investigados y castigados. Pero no es así. En México, los delitos comunes y del fuero federal quedan en la impunidad. Solo se resuelven un 10% de ellos.
En Morelos todos creemos que el fondo principal de este asunto es político. Es la misma forma, causas, ejecutorias que el estado utiliza para detener a quienes les obstruyen sus planes políticos y aquí estarían resolviendo una encrucijada. Destituir al fiscal para poder hacer que avancen las carpetas de investigación de delitos en contra de Graco. Eliminar la amenaza de investigación actual y futura de delitos en contra de Cuauhtémoc Blanco, dejando así una estructura de protección para el siguiente sexenio, en caso de que el próximo Gobernador no pueda imputarlo como él lo está haciendo en contra de Graco. Y de paso limpiar la trayectoria política de Cuauhtémoc para que pueda participar libremente en las próximas elecciones para algún cargo público. Recordemos que es uno de los gobernadores consentidos del Presidente, quien lo ha defendido de acusaciones de periodistas, de la investigación de la UIF el año 2021 y de los señalamientos cómo mal gobernador (Morelos ocupa los más altos índices de criminalidad, corrupción y desempleo). Además, es un personaje con una imagen pública que puede capitalizar políticamente y eso se traduce en votos para los objetivos del presidente.
Daniel Espina Pérez