Berenice Hernández sufrió violencia intrafamiliar durante 10 años. Un día, tras ser víctima de nuevas agresiones por parte del padre de sus tres hijos de nombre Octavio Pablo, la hicieron salir de su casa. Sin embargo su hijo, Héctor, fue sustraido por su padre.
Desde entonces, comenzó su calvario.
La jueza Sandra Gaeta le otorgó la guardia y custodia de sus tres hijos el 10 de junio, pero su hijo no regresaba a casa.
Tras una denuncia por sustracción de menores, la emisión de una Alerta Amber y tres irrupciones de la fuerza pública en el domicilio del padre, sin dar con el paradero del niño y la orden Morelos cumplida de meter a su expareja a la cárcel; la misma jueza le retiro la Guardia y custodia de su hijo.
Su caso, denunció su Abogado Jaime Pulido Galván, reúne los elementos necesarios para tipificarse como un caso de violencia Vicaria.