De las enfermedades que sufre el hombre, todas, se puede decir, son delicadas y otras peligrosas, como, por ejemplo, la paranoia y la egolatría. La paranoia es una perturbación mental (RAE) que se evidencia en la conducta del individuo que demuestra una fijación, una obsesión o una manía y el individuo tiene serias dificultades porque sienten un miedo profundo y desconfían de todos los que le rodean presumiendo que todos son sus “adversarios” que lo quieren acabar. La egolatría, palabra que viene del griego “ego” que significa YO y del latín latros, que quiere decir ADORACIÓN O CULTO. Por el comportamiento del Hombre de Palacio, no hay duda que la paranoia y la egolatría se pasean campantes por los espacios que, en otros tiempos, ahí se gestaba la justicia y la libertad de todos los mexicanos. Ahora, México dividido, sólo hay de dos sopas, y una ya se acabó, sólo queda la de la olla grande, la de Morena, la que se sirve con la cuchara grande y esto sólo lo disfrutan los que conforman el 33% de votantes que llevaron a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República. No es cosa de ser Justino Contreras, o sea. Estar en contra de todo y a favor de nada, pero ¿cómo se explica, que, en tiempos electorales, con la artimaña de hacer peatonal el centro histórico de la ciudad capital, ahí donde se asientan los tres poderes de la Unión, se cierren calle y avenidas importantes a la circulación vehicular y a la Plaza de la Constitución, se le han puesto cercas metálicas para que nadie entre? Así se evitan mítines, plantones, manifestaciones, esa actitud es el reflejo del miedo, del temor ¿a qué? Pues a lo que sea, pero también es una evidente separación entre los que hacen el gobierno y el pueblo que por arte de magia se convierte en opositor. Mientras tanto, los acólitos o seguidores aplaudidores del patriarca, lo cobijan con alabanzas, y el Señor se las cree y ahora ya lanzó la amenaza de que el cinco de febrero, en pleno aniversario de la Constitución, dice, “no voy a Querétaro, enviaré a una representante; yo voy a dar a conocer las propuestas de reforma a la propia Constitución” y sí, va en contra de la SCJN, del INE del INAI y en contra de todo lo que para él significa conservadurismo y neoliberalismo, porque ya decretó que todo es corrupción, “y no somos iguales”. Todas estas propuestas, es como en el circo, “ya acabamos, desmantelen todo, y barran bien que nada quede”. Con la destapada que se dio, él solito, Marko Cortés, líder del PAN, flaco favor le hace a la alianza y en particular a Xóchitl Gálvez, y de paso le limpian el camino a Doña Claudia que a tanto ensayo, ya casi habla igual que el presidente, repite lo mismo de las mañaneras, manotea igual que su “maestro y protector”, gesticula y engola la voz como le han enseñado y bueno, que de ganar, dice que va a continuar haciendo lo que hace su mentor. Claudia nunca va a aprender que el estilo es el hombre y cuando se hacen copias o malas imitaciones con facilidad se cae en el ridículo. Si desea ser presidenta de México y no ofrece nada nuevo, sólo es continuación de todo lo malo que se ha hecho durante cinco años. López Obrador por más de una vez ha demostrado su falta de sensibilidad hacia el dolor ajeno, se burla de las personas y aun cuando demasiado tarde ofrece disculpas, lo cierto es que lo hace en el mismo tono, la ironía. En las últimas semanas han asesinado a pre-candidatos para ocupar cargos públicos, el señor ni suda ni se acongoja, Él a lo suyo, sus obras, sus ironías y el vituperio (alabanza que una persona se hace así mismo) está a la orden del día, sigue ensalzando, exfiscal, que no se fue, la corrieron por inepta y corrupta, hecho que Uriel Carmona Gándara debe haber festejado, hasta llegar a un plato de panza, pero el señor dice que es lo mejor que había en su grupo de colaboradores, ¡allá él y sus malos recuerdos! México se sigue llenando de sangre, y Claudia nos ofrece más abrazos y no balazos, que vea lo que está sucediendo en el cono Sur y no rasuran al vecino pon tus barbas a remojar, pero nadie aprende en cabeza ajena, ahora, se vale que como dice el poeta, “en torno de una mesa de cantina, /tres alegres…/ no se si dijo borrachos o bohemios, pal caso es lo mesmo, deciden quién va a ser el próximo presidente, con las chelas cubiertas de sal y limón, los norteños nos dan un fregadazo que es un insulto más a la inteligencia de todos los mexicanos. En Morelos, el gobernador advenedizo, ignorante (no terminó la primaria, se quedó en tercero) sigue siendo cómplice de la ola de asesinatos que se dan en el Estado, por omisión e ineptitud, y mientras el estado se tiñe de rojo, el hombre que manda se echa una cascarita de futbolito con Doña Claudia, mientras los operadores de Morena se rasgaban las vestiduras porque no llenaban de acarreados las “combis” y llevarlos al mitin de apoyo. Así las cosas. HASTA LA PRÓXIMA.