OPINIÓN DE ESPECIALISTAS

Debacle del tricolor y sus aliados (I).

Miguel Melo González.

Habrá mucho que analizar en torno a la debacle de los partidos PAN, PRI y PRD tras la elección del pasado 2 de junio. Tal vez la hipótesis más certera es que se ilusionaron con una remota victoria electoral que solamente en sus cálculos existió; además, en el presente siglo han carecido de un liderazgo confiable para los mexicanos. Otro punto, que dejaremos para un texto posterior, es que su propuesta política y económica ha demostrado ser la ruina para la mayoría de la población.

El desplome del priísmo viene de varias décadas atrás, cuando sus gobiernos fueron incapaces de ofrecer respuestas satisfactorias a movimientos gremiales de trabajadores ferrocarrileros y de la salud en 1958 y 1964, respectivamente; así como después respondieron con una matanza contra el movimiento popular estudiantil de 1968; además de muerte, desaparición, acoso y tortura en todo el país contra líderes y pobladores disidentes gremiales, estudiantiles y populares.

En 1988, mediante un fraude electoral, Carlos Salinas de Gortari asume la Presidencia de México, iniciando así una etapa más de persecución y crimen contra la población opositora. Más de 600 personas fueron desaparecidos de manera violenta durante el mandato de Salinas de Gortari.

A todo esto se agrega que desde 1976, la economía mexicana naufraga en el ámbito internacional y la moneda se devaluó de 12.50 a 22 pesos frente al dólar, un porcentaje de 76 por ciento. En paralelo los gobiernos del PRI incorporan la práctica de la corrupción. Con cinismo alguno de aquellos políticos se ostentaba al decir que un político pobre era un pobre político, con lo que presumía que los cargos y recursos públicos eran convertidos en botín.

Ese gobierno antidemocrático, persecutor, de acciones criminales y corrupto, en 1988 requería de comparsas en el papel de legitimadores, a ese papel se prestó el PAN con las llamadas concertacesiones, que consistieron en aceptar espacios de poder a cambio de complicidad, así fue como PRI y PAN aprobaron en la Cámara de Diputados la quema de las boletas electorales de la elección que encumbró a Carlos Salinas.

Desde ese año el PAN pasó a formar parte del poder político, en connivencia con acciones corruptas y abusivas de los gobiernos priístas. El PAN convalidó la aprobación del Fobaproa, del Pemexgate, del aumento al IVA, de la privatización de más de mil 500 empresas productivas de la nación, guardó silencio en los más de 600 asesinatos políticos en la administración de Salinas de Gortari y en los homicidios de Luis Donaldo Colosio y Francisco Ruiz Massieu.

Antes de obtener la Presidencia en el año 2000, el PAN enseño su semblante de corrupción. Vicente Fox se impuso como candidato violando los tiempos de la ley electoral y los topes de campaña al crear Amigos de Fox, una organización recaudadora de fondos con la finalidad de asegurar el triunfo electoral.

Ya como presidente, Fox hizo una declaración respecto a la composición de su gabinete, que despejó cualquier duda acerca de su origen y finalidad política e ideológica. Dijo: “Somos un gobierno de empresarios para empresarios”.

En 2006, otra vez mediante un fraude electoral, ahora cometido por un abanderado panista, Felipe Calderón, el gobierno mexicano fue encabezado por un personaje que, como Salinas de Gortari, necesitó legitimar su ascenso; para ello dio la orden de iniciar una guerra contra el narcotráfico. A partir de ese momento las decisiones de Estado quedaron sujetas a la conveniencia de un gobierno policiaco.

Por torpeza o por complicidad, Felipe Calderón fue acompañado todo su periodo de gobierno por un secretario de Seguridad Pública, que hoy permanece encarcelado en Nueva York por vínculos con el narcotráfico.

En 2012, retorna al poder un representante del PRI, Enrique Peña Nieto, quien llevó y toleró la práctica de corrupción en el gobierno a alturas insospechadas. Una Investigación periodística puso al descubierto que en su mandato se hizo de una propiedad valuada en 7 millones de dólares, hecho que en vano trató de aclarar mediante su esposa para que ésta explicase la adquisición del inmueble. Tras este escándalo, Peña Nieto no pudo desmarcarse del señalamiento por corrupción gubernamental.

Al inicio del sexenio 2012-2018, la alta burocracia del PRD prostituyó su presencia en el escenario político nacional al firmar el Pacto por México, un acuerdo que garantizaba que PRI, PAN y PRD avanzarían juntos en las reformas y privatizaciones que se propusieron para ligar aun más la economía y la sociedad mexicana a los intereses del gran capital nacional e internacional.

En ese lance la burocracia dorada del PRD echó por la ventana el movimiento social reivindicatorio de toda la segunda mitad del siglo XX y las dos primeras décadas de la presente centuria. De acuerdo con los resultados electorales de 2018 y 2024, la sociedad mexicana no perdonó la vendimia de las tribus usufructuarias perredistas.