Así como cuidamos el dinero para que alcance, También necesitamos cuidar nuestra energía mental. La psicología lo llama economía psíquica: La manera en que administramos lo que sentimos, pensamos y hacemos, Porque la energía de nuestra mente no es infinita.
Cada día decidimos —consciente o inconscientemente— Dónde ponemos nuestra atención y nuestras emociones. Hay “ingresos” que nos fortalecen: el descanso, los vínculos sanos, el sentido de propósito. Hay “gastos” inevitables: el estrés, los problemas reales que toca enfrentar. Y también hay “fugas” peligrosas: rencores, culpas, miedos o conflictos que no resolvemos y que consumen más de lo que imaginamos.
Cuando tu economía psíquica está equilibrada, Tienes recursos para crear, aprender, amar y resolver desafíos. Pero cuando la mayor parte de tu energía se va en tensiones internas, Es como vivir endeudado emocionalmente: todo cansa, todo pesa, nada alcanza.
Reflexión final
Cuidar tu economía psíquica no significa ignorar los problemas, Sino administrar tu energía para lo que de verdad importa. Porque cada emoción bien invertida es fuerza para vivir mejor, Y cada fuga emocional reparada es espacio para crecer. Al final, tu mente también merece estar en números verdes.
Amado de la Rosa.
Terapeuta Especialista en Inteligencia Emocional
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