A punto de transcurrir el primer mes de campaña formal por la Presidencia de la República, podemos recuperar algunos indicios que nos permitan entender el ánimo que el electorado se va formando con respecto a las protagonistas y el protagonista varón en esta campaña para elegir la jefatura del Ejecutivo en nuestro país, por el periodo 2024-2030.
La candidata de Morena claramente se identifica desde varios años atrás, como integrante del grupo político cercano al actual presidente de la República; mientras que a la candidata de la coalición PAN-PRI-PRD, la población la reconoce como panista; en tanto, al candidato de Movimiento Ciudadano (MC), por su edad y su reciente incursión en el aparador político nacional, se considera parte de una renovación generacional presente en todos los partidos, aún no predominante.
La morenista ha manifestado su voluntad por dar continuidad y profundizar la política económica de bienestar vigente y avanzar en las reformas que el gobierno federal actual dejará pendientes por carecer de mayoría calificada en el Congreso de la Unión. Esto es convertir los programas sociales en derechos constitucionales, con los cuales se logró que más de cinco millones de mexicanos salieran de la pobreza en el último lustro (1), entre otras reformas propuestas.
Por su parte, la candidata de la coalición opositora centra su atención en aglutinar intereses económicos conservadores. En un encuentro con la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), llamó al empresariado a hacer campaña para convencer a sus trabajadores a que voten por ella, “convenzan a sus empleados (…) no hay mañana, o autoritarismo o democracia, educación para el trabajo o la asistencia de por vida”, les dijo.
Asimismo, ha ofrecido en el extranjero “certeza jurídica” a la inversión corporativa foránea. En Estados Unidos expresó que las iniciativas de reforma recién enviadas por el Ejecutivo mexicano al Legislativo, “violentan el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá”; además, en una postura entreguista reiteró a estadounidenses la necesidad de que realicen una “observación electoral” antes, durante y después de la elección del 2 de junio (2). En España, la candidata opositora apeló el apoyo de empresarios ibéricos y emprendedores mexicanos en esa nación, con la promesa de “reconstruir la amistad” entre ambos países (3).
Lo cierto es que tanto en Estados Unidos como en España, en México y en otras naciones, los medios de comunicación dan por favorita a la candidata del partido del presidente de la República. El último estudio demoscópico realizado en nuestro país por el diario Reforma y replicado en otras naciones, revela que la candidata presidencial de Morena va arriba en la preferencia electoral con 58 por ciento de la intención del voto, frente a 24 por ciento de la candidata opositora, mientras que en tercer lugar aparece el candidato de MC con 8 por ciento (4).
De manera preliminar se puede deducir que la mayoría del electorado que participará en la jornada electoral del próximo 2 de junio, se inclina por la política económica del actual régimen y su profundización; en consecuencia, se apresta a rechazar, una vez más, la demagógica, el saqueo y la alta corrupción puestas en práctica en su oportunidad por los partidos que hoy conforman la triada opositora.
Referencias hemerográficas:
- El Economista,11/08/2023, (Redacción y Maritza Pérez),
Salen de la pobreza 5.4 millones (eleconomista.com.mx).
- El Economista, 07/02/2024, (Equipo de Xóchitl Gálvez),
Cierra Xóchitl Gálvez productiva gira por Estados Unidos (eleconomista.com.mx).
- El País, 12/02/2024, (Diego Stacey),
- CCN News, 19/03/2024, (Miguel Fernández),