Todas las personas tenemos a aprender o aceptar que no existen las llamadas fechas fatales, una buena cantidad de nuestras actividades diarias están marcadas en el calendario, y, justo, cuando lo que ahora se escribe, ayer, lunes, miles de niños y púberes así como adolescentes se han incorporado a sus trabajos escolares. Algunos con renovado entusiasmo, otros, los primerizos, que al ser separados del confort del hogar, han sido materialmente arrancados y llevados a un espacio desconocido. Nunca como ahora, un año escolar se había iniciado con tanta polémica y con tantas dudas, porque echemos cuentas, los maestros tienen instrucciones de conducir su trabajo académico con base en los Planes y Programas del dos mil once, lo que lleva a una interrogante, qué suertes y maromas van a hacer los mentores para adecuar los libros gratuitos, si éstos deben servir como refuerzo a los temas tratados o expuestos, ¡eso sí que está cañón!, porque ya hubo época en que los mismos docentes hicieron del trabajo de enseñar una acción libresca, porque el profesor decía, “niños, (no se estilaba la tontería lingüística y gramatical de niños y niñas, porque en buen romance en un colectivo el sustantivo niños de género masculino, incluye al género femenino, igual que mexicanos ) “niños abran su libro de Lecturas en la página tal, hagan una lectura en silencio”, luego hacía un cuestionario sobre lo leído, lo dictaba y al final si bien les iba revisaba el trabajo como estaba y a veces corregía ortografía; en matemáticas los ponían a resolver los ejercicio ¡vamos! Se hizo una “educación” libresca, pero los maestros, maestros, (rindo homenaje al Maestro José Agüero García, eterno maestro de La Benito”) sí impartían sus temas, clase por clase, materia por materia, tema por tema, pero eran profesores de biblioteca no de celular, y los libros que recibían de la SEP, sólo eran materiales que completaban la verdadera labor de educador. Los libros gratuitos, no tienen por qué causar tanto revuelo, son auxiliares que si sirven pues que se usen y si no, al rincón de los cachivaches inútiles, pero los “buenos” sugieren que se les haga una Fe de Erratas, lo que me permite recordar es que “ser pendejo es un derecho, lo malo es andarlo publicando” ya en otras épocas los textos han tenido errores y no ha pasado nada, sólo que ahora sí que no se midieron, como por ejemplo, dar una fecha del nacimiento del Benemérito como el 18 de marzo cuando todos debemos saber que es el 21, fecha utilizada hasta para inaugurar el AIFA, elefante blanco al que de hecho ya le van a llevar aviones, que no pasajeros con la resurrección de Mexicana de Aviación, que será manejada por la SEDENA, la consentida por el Presi. Dicen los padres de los huérfanos, los libros, que los errores no son errores, “son áreas de oportunidad”, ¿qué quieren decir con esto? Bien a bien nadie lo sabe, vamos, ni ellos, porque cada uno lee en su librito y no hay o de lo inexplicable, Estos libros siempre han causado polémica, ya en Morelos en la época panista, el gobernador en turno, católico y moralista, prohibió que se distribuyeran los libros de Ciencias en Secundaria porque aparecía una página en había una ilustración en la se veían dos pares de pies, unos femeninos con los dedos hacia arriba y los masculinos con los dedos hacia abajo, “los espantados” señalaron que “eso” iba en contra de la moral y las buenas costumbres, violando el mandamiento que dice: “No fornicarás”. Lo más recomendable, es que cuando los famosos libros ya tengan en físico, los maestros, antes de hacer nada, que los revisen, que, como siempre, lo que sea útil, se aplique y lo demás se deseche, pues recordemos que sólo se puede criticar lo que se conoce, lo que no, no, dice el Filósofo Güemes, en colegio de maestros determinar qué hacer, pero determinar a priori tiene su alto peligro de fallar. Los maestros ya deben dejar de echarle la culpa a la pandemia de que los escolapios “no saben nada”, pues para eso están, para sacar el buey de la barranca, no para buscar justificantes, echarle la culpa al maestro de atrás, ¡se hizo tarugo y no enseñó nada! ver pa delante y no pa-tras. Como ya saben quién, porque los niños ya llegaron, esperan lo mejor de sus maestros y ojalá y no los saquen, a los maestros, de las aulas para llevarlos a mítines de apoyo para quienes aspiran un cargo público. Ya se dio el caso de que desde el IEBEM se “ordenó” la asistencia de los maestros al Parque Solidaridad en apoyo del corcholato, Adán Augusto con la recomendación a los Directores de tomar lista de asistencia reportar a las Supervisiones, ahora ya hay una convocatoria similar para el sábado dos de septiembre. Pos no que no hay acarreados, que ya no hay corrupción, pero de todo este circo político ya queda poco. Feliz año escolar y con el deseo de que los maestros hagan su mejor esfuerzo. HASTA LA PRÓXIMA.
El Tintero
Por Alberto Miranda.